¿Qué es el té Matcha y cuál es su diferencia con el té verde común?

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Un viaje a la dinastía Song y una cosecha muy particular nos invitan a conocer y aprovechar las propiedades del Matcha, un té verde que con seguridad tenemos incorporar en nuestra alimentación

Para entender un poco mejor a este maravilloso arbusto, es importante viajar en el tiempo hacía sus orígenes: El té Matcha nació en China, durante la dinastía Song en el siglo X. Fue en esa época donde tuvieron la gran idea de moler la hoja entera hasta convertirla en polvo, para aprovecharla al máximo.

En el año 1191, el monje budista Eisai llevó el té molido al Japón, con la introducción del budismo (Zen). Con el tiempo, el té molido fue desapareciendo en la China, sin embargo se afianza su consumo en Japón gracias a las costumbres de los monasterios budistas. Más tarde, las clases altas de la sociedad japonesa adoptaron este té, entre los siglos XIV y XVI.

Las regiones productoras del Matcha son Uji en Kioto (llamándose el té de esta región «Ujicha»), y Nishio en Aichi (llamándose en este caso «Nishiocha»).

¿Cuál es la diferencia entre el té matcha y el té verde común?

Si bien ambos provienen de la misma planta – Camellia Sinensis – la gran diferencia es su cosecha. Para realizar el té matcha los arbustos que se usan se cubren por completo durante unos 20 o 30 días antes de finalizar la cosecha, evitando así que les de la luz solar directamente. ¿Qué provoca esto? Los niveles de clorofila se concentran, aportándole a las hojas un color verde oscuro, así como también aumentando su producción de aminoácidos, los cuales les proporcionan su conocido efecto estimulante único y calmante.

Luego de este proceso, se toman las hojas completas de los arbustos y las muelen hasta convertirlas en polvo.

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Las propiedades del Té verde Matcha

El valor más destacable del matcha es que al consumir su hoja por completo, recibimos más vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos. Esta diferencia es tan sustancial que el equivalente nutricional de una taza de té Matcha es el de diez de té verde convencional.

Pero también por su proceso de cosecha aporta gran cantidad antioxidantes. Es rico en vitamina C, magnesio y zinc, es diurético, ayuda a controlar el colesterol y es un desintoxicante natural que ayuda a prevenir enfermedades y aumentar las defensas de nuestro organismo.

¿Cómo se consume y qué preparaciones puedes realizar?

La forma más sencilla de consumirlo es en una infusión, simplemente tenemos que añadir media cucharadita de té en una taza mediana, con agua por debajo del punto de ebullición ¡y a disfrutarlo!

Pero al ser en polvo, hay personas que lo consumen en postres, o realizan helados, bombones, budines y licuados.

Si deseas realizar un viaje de aromas al Japón puedes realizar una de estas dos infusiones: 

• El «Usucha», o té ligero, se prepara con media cucharadita y unos 75ml de agua caliente, creándose un té más ligero y algo más amargo.
• Para el «Koicha», o té espeso, se emplea más matcha (hasta seis cucharaditas en un cuenco de agua) y se remueve la mezcla lentamente dando como resultado una preparación más espesa, sin espuma, y que resulta más dulce. El Koicha se sirve principalmente en las ceremonias japonesas del té.

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