Descripción
Espirulina en cápsulas
Características
Las microalgas azul-verdes Spirulina (Spirulina platensis), son microorganismos de una antigüedad calculada entre los 3.100 y 3.600 millones de años, casi coincidente con las primeras manifestaciones de vida en el planeta y, por consiguiente, se encuentran en base de casi todas las cadenas alimentarias que se desarrollaron con las eras a partir de ella. Aunque si bien el hombre es de aparición reciente, a través de su funcionamiento metabólico sabe reconocerlo como un alimento primigenio.
La Spirulina constituye un alimento concentrado natural. Es la fuente más rica en vitamina B12 conocida en la naturaleza (más de tres veces el contenido de la carne bovina); así como también contiene casi todas las vitaminas restantes del mismo grupo (B1, B2, B3, B6) en muy importantes cantidades. Completan su composición, considerables dosis de vitaminas E, inositol, ácido fólico, biotina y ácido pantoténico.
Dosis recomendada o Modo de Uso
(Sujetas a las indicaciones de su médico o especialista habitual)
2 cápsulas distribuidas en el día.
A las dosis sugeridas recomendadas internacionalmente, el producto dura 1 mes
Acción
Las microalgas Spirulina complementan extraordinariamente los regímenes dietéticos, desactivando el estímulo del apetito al incrementar la producción de neurotransmisores -debido a su gran contenido de L-Fenilalanina y otros aminoácidos- que obran reduciendo el impulso de comer sobre los centros de la corteza cerebral. Aporta simultáneamente aminoácidos esenciales y no esenciales en un perfil completo, vitaminas y minerales, los cuales son frecuentemente comprometidos con la reducción de la ingesta, tal como sucede con la adopción de diversos regímenes dietéticos hipocalóricos (Becker E.W., Jakover B. Luft, et al – Clinical and biochemical evaluations of the alga Spirulina with regard to its application in the treatment of obesity – Nutr. Rep. Int. 33: 365-574. 1986).
Su composición química excepcional -casi un alimento concentrado natural- lo hace apto para complementar los tratamientos de otros desórdenes de la nutrición, tales como la bulimia y la anorexia, o sobre personas que han estado sometidas a exposición radiactiva, tal como sucede con el tratamiento de los niños de Chernobyl (Byelorussian Committee of Children of Chernobyl. Report by T. Belookaya, Chairman. 1992 – En un estudio involucrando 49 niños victimas de la explosión nuclear de Chernobyl, de 3-7 años de edad, la administración de Spirulina por 45 días, resultó en un incremento en las células T (T-cells) supresoras y de hormonas benéficas. Paralelamente la radioactividad de la orina decreció en un 83 %).
Su muy elevado contenido en vitaminas del complejo B (B1, B2, B3, B5 y B12), el máximo conocido en la naturaleza, potencia la actividad cerebral, disminuyendo la pérdida de memoria, la caída en la capacidad de atención y la apatía general.
La combinación del Betacaroteno (más de 30 a 50 veces el contenido de la zanahoria), la enzima superóxido dismutasa (S.O.D.) (la mayor fuente conocida en la naturaleza – más de tres veces superior al contenido de la carne bovina), el Selenio, el Germanio, y la Vitamina E, presentes en importantes proporciones en la Spirulina, actúan como potentes antioxidantes de carácter endógeno y exógeno, retardando el envejecimiento de células y tejidos al neutralizar los «radicales libres». Este efecto antioxidativo se extiende a la protección de los ácidos grasos insaturados y poliinsaturados, preservándolos de la degradación y consecuente formación de las peligrosas placas u obstrucciones arteriales. En el mismo sentido, ejerce una acción preventiva del cáncer -sobre todo en fumadores- derivado del tabaco, el alcohol, la polución ambiental y el estrés. En este último factor mencionado, la Spirulina participa en la formación de hormonas antiestrés en la sangre.
Por su elevado contenido de proteínas, vitaminas y minerales, estimula la producción de lactobacilos y bifidobacterias (N. Tsuchihashi, T. Watanabe, Y. Takai. Bull. Chiba Hygiene College, Chiba, Japan. 1987), los cuales regulan la digestión y absorción de los principios nutritivos, a la par que protege de las infecciones y enfatiza el funcionamiento del sistema inmunitario.
Las vitaminas del grupo B, C, D y E, combinadas a ciertos minerales como el Cobre y el Zinc, tienen un extraordinario efecto sobre el sistema nervioso central y el cerebro, actuando como una barrera antiestrés, e impulsando las recuperación de los principios vitales del organismo.
La biodisponibilidad de Hierro en la Spirulina es un 60 % mayor que cualquier otra forma conocida de suministro de ese metal al organismo, incluyendo los preparados farmacéuticos «ad hoc» basados exclusivamente en Hierro como sal inorgánica u orgánica (P. Johnson, L.E. Shubert. Availability of iron from Spirulina, a blue-green microalgae. Nutr. Res 6: 85-94. 1986). El Hierro es esencial para el mantenimiento de los glóbulos rojos de la sangre y del sistema inmunitario. De esta forma, la Spirulina coopera eficazmente para detener y revertir la anemia y otras perturbaciones en la asimilación del Hierro.
El ácido Gammalinolénico (GLA), un ácido graso esencial de importante presencia en estas algas, es el precursor de las prostaglandinas (PGE), hormonas encargadas del control de vitales funciones del organismo, tales como: el control de la presión arterial, la síntesis del colesterol y la división celular. La ingesta insuficiente de GLA tiene adversos efectos, siendo causa de patologías cardíacas, artritis, obesidad y deficiencia de Zinc. La Spirulina aporta GLA en dosis excelentes para actuar preventivamente sobre estas patologías y otras como: síndrome premenstrual y alcoholismo.
La Spirulina tiene tres pigmentos diferentes: la Ficocianina, de color azul intenso; la Clorofila, de color verde, y los Carotenoides, de color predominantemente naranja-rojo. Son conocidas desde hace tiempo las virtudes antisépticas y desintoxicantes de la Clorofila, así como por su capacidad de obrar sinérgicamente en la captación y asimilación del Hierro.
Dentro de los pigmentos Carotenoides se destaca el Betacaroteno, del cual ya hemos hablado anteriormente. La Ficocianina, en tanto, estimula enormemente la actividad linfocitaria, encargada del mantenimiento de la salud y vitalidad de los diferentes órganos del cuerpo, proteger contra el cáncer, las úlceras y las hemorroides sangrantes.
Al enfatizar la acción del sistema inmunitario, la Ficocianina puede prevenir innumerables enfermedades degenerativas de los órganos, participando destacadamente en la prevención de lesiones malignas como el cáncer, o inhibiendo su crecimiento y recurrencia (Dainippon Ink & Chemicals, Antitumoral agents containing phycobillin. Japanese Patent N° 58-65216; Inventors: Iijima, N.; Fuji & H. Shimamatsu. 1983).
Es de destacar, además su extraordinariamente positiva influencia en patologías muy severas, como el SIDA, inhibiendo gran parte de la replicación de las células del HIV-, sin citotoxicidad consecuente. (Sejoum Ayehunie et al. Inhibition of HIV-1 replication by an aqueous extract of Spirulina plantensis. Laboratory of Viral Pathogenesis, Dana-Farber Cancer Institute and Harvard Medical School, Boston, MA – Proceedings of International Association of Applied Algology – 7th International Conference, April 1996. South Africa).
La digestibilidad de la Spirulina platensis es sorprendente, siendo variable entre el 88 al 92 % (promedio: 90 %), dependiendo de diversos factores, entre ellos la especie considerada. Este hecho singular señala que la biodisponibilidad de esta microalga más que duplica la del resto de los alimentos. Por ejemplo: la carne bovina, ovina o porcina, o las proteínas derivadas de la soja, tienen una digestibilidad que no supera el 35 %. Esta enorme diferencia es debida a la constitución celular de la Spirulina, cuya membrana está compuesta de mucopolisacáridos -en lugar de celulosa- a diferencia de la mayoría de las células vegetales. Ello determina que la biodisponibilidad de sus principios nutritivos sea casi inmediata, sin demandar al organismo gastos energéticos previos en la ruptura de las membranas celulares, tal como sucede con la mayoría de los alimentos, siempre y cuando este proceso sea factible.
Considerada como superalimento por la importancia de la concentración y amplitud de sus principios activos, es adoptada en todos los países desarrollados, a favor de la megatendencia planetaria de sustitución de proteínas derivadas de las carnes rojas y la adopción progresiva del concepto de alimentos sanos en la dieta. En este sentido, la F.D.A. (Food and Drugs Administration, U.S.A.), ha aprobado y auspiciado desde 1981 la utilización de la Spirulina como suplemento dietario natural de uso masivo y sin contraindicaciones, aún en muy altas dosis.
Paralelamente, las Organización de las Naciones Unidas, recomienda activamente el empleo de microalgas Spirulina contra la malnutrición aguda en situaciones de las emergencias humanitarias y de malnutrición índole crónico. Este particular incentivo en la utilización de este formidable microorganismo es un aporte más al reconocimiento mundial de sus características nutricionales sobresalientes en pro de la recuperación de estados nutriciones alterados aun en situaciones de extrema deficiencia. (Res. A/C.2/60/L.14 – IIMSAM – 2005)
En otro hecho que resalta sus propiedades, la N.A.S.A. la ha incorporado como parte de la ingesta de los astronautas, habiendo sido propuesto su cultivo en las futuras mega-estaciones espaciales, no solamente como alimento y sostén de vida, sino como importante generadora de oxígeno, dado que estas microalg