Sé que la psicoterapia puede parecerte limitada. Yo soy Psicóloga pero no dudo de eso, porque alguna vez sentí lo mismo. Y mi historia es la mejor manera de contarte por qué.
Cuando era niña mi mamá me mandó al psicólogo. Yo lo tomé de una manera liviana. No entendía bien qué pasaba y hasta las sesiones me parecían aburridas. La verdad, no tuvo mayor importancia para mí.
Pero de alguna manera, la vida fue acercándome a lo que después sería mi vocación ¿Cómo? Familiares cercanos sufren de un trastornos mentales. Por lo tanto, les cuesta conectarse con la realidad, lo que además de traer varios inconvenientes, cambia sus vidas y definitivamente la de las personas que estamos a su alrededor.
Y un día me decidí por estudiar psicología. La carrera me encantaba. Siempre me gustó mucho estudiar, conocer, investigar. Me recibí y me sentí muy bien. Empecé a trabajar. Y ahí es cuando empezaron los problemas. Ganaba poco dinero, después de haber estudiado tanto, y eso hizo que me empezara a hacer muchas preguntas.
¨¿Por qué lo hacía? ¿Por qué había elegido la psicología como parte de mi vida?¨ Y fue ahí que caí en la verdad: la elección de mi carrera se basaba en ayudar a mi árbol genealógico, y sanarlo (algo que nos pasa mucho a profesionales de la salud). Cuando descubrí esto, lo desbloqueé, y entendí que no podía ser leal a mi familia en ese sentido, y que mi trabajo es acompañar a otras personas.
Entonces me di cuenta de que realmente somos parte de algo más que solo nosotros mismos, y que la psicología no podía explicar eso. Por eso tenía que investigar, experimentar e ir por otros lugares. Después de haber estudiado, de tener años de terapia y de atender a otras personas, también me daba cuenta que siempre pasaba lo mismo: habían temas que por más voluntad que se pusiera, llegado un punto, no se podía avanzar o modificar más. Hasta que un buen día una amiga me sugirió que hiciera una constelación familiar. Y fue ahí cuando todo cambió.
Después de esa experiencia, sentí que podía ver cosas de mí que antes no veía. Entonces decidí darle una oportunidad a las técnicas complementarias, como la ya mencionada constelaciones familiares, la decodificación, la biodanza y la numerología. Primero pasando por ellas, aplicándolas en mí, y al ver que daban resultado, aprendiendo para poder acompañar a otras personas a liberar su alma.
Ahora te preguntarás ¿es necesario utilizar estas, como complemento de la terapia? Claro que sí! Y el por qué se encuentra en nuestro inconsciente. Como ya sabrás, nuestra psiquis se divide en una parte consciente y una inconsciente. Y la psicología trabaja con las dos. Sin embargo, acceder al inconsciente desde la psicología es totalmente posible, pero un poco más difícil. Acá es donde toman protagonismo nuestras terapias complementarias, que logran una manera más directa de trabajar con el inconsciente.
Y no solo es más directa, sino también más rápida, y por lo general bastante eficiente. Tanto que al realizar una o dos sesiones, trabajando con mucha gente, esta sana sus síntomas, o se estabiliza. Y una vez logrado eso, seguimos trabajando en terapia, pero ya más desde la parte consciente.
¿Cuál es el resultado? Cuando las personas trabajan en terapia, no solo resuelven sus problemas puntuales, sino que también se liberan, liberan su alma y al fin empiezan a ser lo que vinieron a ser. Sin límites. A conocerse y a trascender. A soltar creencias y emociones que no nos permiten ser felices. Y a empezar a disfrutar verdaderamente de la vida y de todo lo que tenemos para dar.
Por eso te invito a que hagas terapia, sea como sea, no dejes de buscarlo, no pongas límites. Tu alma y tu esencia desean que las escuches, y hagas lo que viniste a ser!
Especializada en terapia cognitiva integrativa (integrando herramientas de la Gestalt y de la Sistémica).
Facilitadora en Constelaciones familiares individuales y grupales.
Facilitadora en Decodificación.
Numerología.
Facilitadora de Terapia Grupal.
Actualmente estoy en la escuela de biodanza.