Luego de una trayectoria en el mundo del derecho y habiendo trabajado en Tribunales, encontró en INDIGO un lugar de amoroso compañerismo y de servicio hacia los demás.
Conmovida por las injusticias sociales, se hizo vegana por los animales en el año 2010, decisión que le hizo descubrir asimismo la alimentación natural y orgánica. Así fue que conoció a Índigo desde sus inicios como cliente.
Asimismo, cree en una medicina natural que realmente nos brinde salud integral.
Practicante de satyananda yoga desde 2012, reconoce que el yoga es una de las herramientas milenarias más importantes para mejorar la calidad de vida.
En 2017, cuando se convirtió en mamá de Luna, entendió la necesidad de conciencia respecto de la maternidad, el parto, la lactancia y la crianza respetuosa; ansiando compartir experiencias para ampliar esa conciencia.
Siente que puede ayudar a otras personas desde sus vivencias, pero también desde sus conocimientos adquiridos por su predilección por la lectura y su sed de conocimiento.
La naturaleza siempre le otorga respuestas, y es muy feliz con el contacto con la madre tierra que le brinda su jardín y su huerta orgánica familiar.