Martín es un gran buscador. Creyente pero también muy mundano. Con una historia que le enseñó que la vida no se trata de éxitos o de fracasos sino de amaneceres y atardeceres.
Licenciado en Comunicación Social y especializado en Marketing Digital, durante años trabajó para empresas con camisa y corbata, pero un día entendió que la vida estaba un poquito más allá. Renunció y con una mochila en los hombros se fue de viaje por Sudamérica.
La pandemia lo trajo de vuelta, pero en su viaje aprendió la importancia de la alimentación consciente y practicó Kundalini con un alemán en una montaña boliviana. Su regreso obligado a Mendoza vino acompañado de una certeza: nada podía ser igual que antes.
INDIGO se convirtió en la respuesta. Es la oportunidad que Martín tiene para resignificarlo todo, para aprender más, para encontrar ese espacio donde el amor y la presencia colman cada rincón. Ese espacio necesario para todes nosotres.