Siempre dedicada a lo que consideré correcto en mi camino, busqué encontrarme en distintas actividades.

Estudié abogacía en la Universidad Nacional de Cuyo, recibiéndome en el 2009, para formarme así en la profesión a la que hoy me dedico.

Practico yoga desde el 2008 y a través de esta disciplina conecto con mi cuerpo físico, mental y espiritual, alcanzando el bienestar y la unión de estos tres aspectos. Con el yoga tuve mis primeros acercamientos a la meditación, profundizando en esta técnica a partir del 2016. Conocí al reiki como a una de las herramientas más poderosas, para así iniciar mi maestría en el 2017.

Con la práctica de la meditación y el reiki comencé a ser consciente de aquello que siempre llevé dentro mío y me encontré experimentando a cada paso. Me inspira el fluir de las energías, el visualizar lo que deseamos y observar cómo se manifiesta en nuestras vidas. Considero que para que ello suceda debemos conectar siempre desde el corazón, por lo que me identifico con la frase que mucho lo dice: “que el AMOR siempre guíe nuestro camino, que el AMOR sea la base de nuestras decisiones y acciones, que el AMOR siempre habite en nuestros corazones”.

Expandir estas herramientas que utilizo a diario y que siento esenciales en mi vida, es una pasión que busco transmitir desde que las descubrí, ya que llegaron a mí para hacerme consciente de que el universo es ilimitado y nosotros, como seres que lo habitamos, también lo somos, por lo que confiando en uno mismo y en todo lo que nos rodea, todo es posible.