Mendocina por adopción, nació en la V Región de Chile, inspirando la brisa y la frescura del mar, en el seno de una familia de buscadores espirituales, lo que le hizo tener la suerte de absorber desde la cuna temas relacionados a la filosofía, la espiritualidad y ciencias holísticas. A los 3 años de edad tuvo su primer contacto con la meditación, y luego a los 5 con el yoga, haciendo prácticas regulares en una de las sedes de «Self Realization F.» fundada por Paramahansa Yogananda. A los 17 años (ya en Mendoza) comenzó con la práctica regular de Hatha Yoga y a fines del año 1997 se certificó como instructora de esa disciplina, desde ese momento ha brindado clases tanto para adultos, como para tercera edad y niños, de manera ininterrumpida. En el año 2003 conoció el Kundalini Yoga de la mano del maestro Pritam Pal Singh Khalsa, y luego cursó la formación entre los años 2015-2016, con el aval y certificación de KRI Internacional (Kundalini Reaserch Institute). Y desde hace dos años y medio es practicante apasionada de Acroyoga.
Adora enseñar y aprender, bailar, cantar, cocinar, pintar y dibujar, pasar tiempo al aire libre, disfrutar de la naturaleza, y del silencio tanto en solitario como compartido
“Amo la vida, y por sobre todo, admiro su fuerza creativa y su poder resciliente, el Yoga es un precioso canal que me reconecta con esa fuerza y ese poder que habita en mi y en todos los seres. Y estoy profundamente agradecida de poder transmitir éstas sagradas y transformadoras enseñanzas. Volver a ver ojitos brillantes y el cambio profundo en las personas a las que sirvo, simplemente es la mejor recompensa que puedo obtener”